Daniel Pabón
Valencia, marzo 4 (REDACTA).- Seis de cada diez
venezolanos son hipertensos. De ellos, 80% no cumple el tratamiento, sobre
todo si son hombres. La presidenta de la Sociedad Venezolana de Cardiología, Nedina
Coromoto Méndez, asistente al II Congreso Latinoamericano y VI Venezolano de
Insuficiencia Cardíaca, apunta que pese a esto el tabaquismo ha mermado 25% y
la sociedad tiene más conocimiento sobre el tema. La
Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, actualizada el año pasado, reveló
los datos. El sobrepeso por mala alimentación (60% del país) y el incremento
del colesterol y los triglicéridos son factores que siguen alertando al
sector médico. Retomar la vida sana sigue siendo el récipe primario, aunque
la herencia juega en contra: si ambos progenitores son hipertensos, hay 75%
de probabilidades de desarrollar el mal. Los segundos más hipertensos
Después de Argentina, Venezuela es el segundo país de América Latina que
posee la mayor prevalencia de hipertensos (25%) con edades entre 25 y 64
años, apunta el presidente de la Sociedad Venezolana de Hipertensión, Rafael
Hernández Hernández, con base en el estudio transnacional Carmelea que midió
los factores de riesgo del padecimiento y los correlacionó con la
arterioesclerosis. El mismo estudio, con muestreo en siete naciones, determinó
que el 7,1% de latinoamericanos tiene envejecimiento prematuro de las
arterias. El país duplica la media regional. “Esto es preocupante y tiene
sentido que las enfermedades cardiovasculares sean la primera causa de muerte
en Venezuelaâ€, señala Hernández. El médico
presentará los resultados de Carmelea este viernes a las 10:30 de la mañana
en el World Trade Center, en Naguanagua. Más que un
tensiómetro En su primera visita a Latinoamérica, el investigador de la
Universidad de California (EE.UU.) Shiu Shin Chio presentó un novedoso
monitor de presión arterial y analizador de onda de presión. Un
tensiómetro tradicional da los dos valores extremos de la tensión: el más
alto y el más bajo. Además de esto, el aparato llamado Dunapulse registra 16 parámetros
cardiovasculares, como la elasticidad de la arteria aorta en cada latido. La información es mucho más completa y permite monitorear incluso la
circulación general de la sangre en todo el cuerpo,
añade el biofísico, que tendrá turno expositor este viernes a la 1:30 de la
tarde. El equipo funciona conectado a Internet y permite al
médico chequear a un paciente sin tenerlo al lado. Shin Chio lo ideó desde
1988 y sólo hasta 2002 fue certificado. El único monitor de este tipo en el
país funciona en Valencia. Ecos más detallados El congreso tuvo
este jueves par de talleres sobre electrofisiología y ecocardiografía. En
torno al segundo, la directora del Laboratorio de Ecocardiografía del
Hospital Domingo Luciani en Caracas, Josefina Feijoó, comentó que los nuevos
estudios en 3-D permiten detallar la estructura del corazón, lo que traduce
mejores diagnósticos y pronósticos. El sector aplaude que el eco
transesofágico (se hace a través de una sonda) ya esté en Venezuela. Ambos
tienen costos 80% más económicos que una tomografía o resonancia magnética,
por ejemplo. La Fundación Venezolana de Insuficiencia Cardíaca,
organizadora de la actividad científica, estima más de 1.500 participantes.
Hasta el sábado, cuando finaliza, las ponencias están a cargo de 10 invitados
internacionales y 67 nacionales. Homenaje al doctor Sukerman La
Fundación Venezolana de Insuficiencia Cardíaca homenajeó este jueves al
doctor Efraín Sukerman, por su destacada trayectoria en el ejercicio médico y
su labor dentro de las aulas de clases de la Universidad de Carabobo durante
42 años. El reconocimiento se efectuó a partir de las 8 de la noche, en el
acto inaugural del VI Congreso Venezolano y II Latinoamericano de
Insuficiencia Cardíaca, con la presencia de la rectora de la UC, Jessy Divo
de Romero. Los médicos Ricardo Riera y Alberto Cabrera relataron de manera
jocosa la vida de Sukerman, su pasión por los libros y las películas; así
como sus comienzos dentro de la profesión. Simbólicamente, presentaron al
homenajeado como un libro al que titularon "Un unicornio entre la
Catedral y la Sinagoga".
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